Descripción:

Desde el nacimiento, los bebés son capaces de distinguir y notar la presencia de la figura materna a través del olfato. A las tres semanas de vida, comienza a mirar activamente el rostro del adulto y existe una total fijación hacia los 7 meses. Es el momento ideal para realizar una caja con fotografías familiares que pueda manipular.

Qué conseguiremos:

- Estimular el sentido de la vista y trabajar la percepción y memoria que acabará adquiriendo en torno a los 9 meses.
- Fortalecer el vínculo familiar entre el niño y su entorno más cercano.
- Comenzar a desarrollar su lenguaje a través de expresiones o explicaciones simples.

Cómo desarrollar la actividad:

Con el fin de crear un pequeño árbol genealógico manipulable, seleccionaremos entre unas 5 y 10 fotografías en las que aparezca del bebé y miembros de su entorno familiar. Colocaremos las instantáneas en un lugar accesible y visible para el pequeño o en una caja o cesta para que él mismo las manipule.